DISEÑO CONSCIENTE
PROCESO DE DISEÑO
En Azotea, cada proyecto se fundamenta en la Biología del Hábitat, una disciplina que explora las interacciones entre las personas y su entorno, buscando dar soluciones que mejoren su contexto.
Para lograr un diseño consciente, en cada proyecto antes de adentrarnos en el proceso de diseño, seguimos dos pasos esenciales que nos permiten dotar de profundidad y significado a cada proyecto. Estos pasos garantizan que nuestras soluciones respondan a necesidades específicas, utilizando los recursos de manera óptima y sostenible. Nuestro objetivo es siempre alcanzar un diseño esencial basado en un concepto claro y coherente. Como dice el diseñador Miguel Milá: «Diseñar es ordenar las piezas de un todo.»
1. Situar el Proyecto
La primera etapa consiste en descubrir las conexiones y dependencias del proyecto con su historia, paisaje y clima. No se trata solo de «localizar» una parcela en un mapa, sino de «situar» el proyecto en un entramado de relaciones dinámicas y vivas.
Entendemos que un territorio no es estático, sino que se amplía y transforma según las interacciones que establecemos con él. Parafraseando a Bruno Latour: «Un territorio se expandirá tanto como la lista de interacciones con aquellos de los que dependemos.»
En esta fase, investigamos exhaustivamente:
- La historia y evolución del lugar.
- Las características del paisaje y el entorno natural.
- Las condiciones climáticas que influirán en el proyecto.
2. Lenguaje Natural de la Bioconstrucción
La segunda etapa del proceso se centra en aplicar principios de bioconstrucción, ciencia que también estudia la relación entre las personas y su entorno construido. Nuestro objetivo es crear edificaciones que no solo sean respetuosas con el medio ambiente, sino que también promuevan el bienestar de sus ocupantes.
Adaptación al entorno:
- Analizamos las condiciones climáticas y los recursos locales para optimizar el uso de materiales y lograr ciclos cerrados de agua y residuos. Para ello estudiamos los siguientes aspectos:
- Orientación: consideramos factores como el sol, el viento, las vistas, y la relación con el entorno para maximizar la eficiencia y la confortabilidad.
- Materiales: el conocimiento de las propiedades físicas de los materiales (aislamiento térmico, acústico, inercia térmica, difusividad del vapor…) y el estudio de su impacto ambiental nos ayuda a seleccionar los más adecuados.
Descarbonización de la arquitectura:
- Nos comprometemos a reducir la huella ecológica en todas las fases del ciclo de vida del edificio: desde la fabricación de materiales hasta la demolición.
- Empleamos materiales locales y con baja huella ecológica, evitando en la medida de lo posible derivados del petróleo.
Salud en el ambiente interior:
- Dado que pasamos el 90% de nuestro tiempo en interiores, cuidamos minuciosamente el ambiente interior del proyecto controlando estos parámetros:
- Temperatura.
- Humedad.
- Calidad del aire: limitamos la presencia de tóxicos: COVs, compuestos semivolátiles, microorganismos y metales pesados.
- Electroclima: reducimos la exposición a campos electromagnéticos para un entorno más saludable.
Este enfoque integral nos permite diseñar de manera consciente y, por lo tanto, conseguir soluciones que no solo son sostenibles y responsables, sino que también mejoran la calidad de vida de quienes las habitan.